Intereconomía lleva al primo de Letizia para hablar del aborto de esta y la acusación de cocainómano a Marichalar le puede salir cara a Carlos Dávila

Ariza está obsesionado con superar a 13 TV en prime-time con El gato al agua, su baluarte de las noches junto a Punto Pelota-ahora de vacaciones-.

Este martes la cadena del toro osó con lo que nadie se había atrevido a hacer; invitar al plató a David Rocasolano, primo de Letizia y polémico autor de Adiós Princesa-que comentó el veto a su libro en El Corte Inglés, Círculo de lectores y Vips-.

"Yo quemé los documentos del aborto de Letizia y no sé como han llegado al editor del libro", dejó como titular el primo "traidor"-que fue entrevistado entre otros por el veterano Peñafiel, que se llevó 200 euritos para ser el más rico del cementerio-. También David comentó que si esos papeles hubiesen visto la luz en su momento los reyes podían haber vetado la boda.

Es un acto valiente el de Intereconomía el de invitar a este señor. En cualquier país normal David hubiese tenido unos meses de argenda cargada entre teles y radios. Aquí, país cobarde, este señor ha estado vetado por todos los medios cagones. Si en el libro dice algo inadecuado de Letizia, que esta vaya a los tribunales. Ya está bien de guardaespaldas en la comunicación. Que cada palo aguante su vela.

Por otra parte ha sido declarada nula la sentencia que absolvía a la revista Época, tras haber acusado a Marichalar de consumidor de cocaína. Carlos Dávila como director en esa etapa de la revista tendrá que pasar otra vez por los juzgados-Marichalar le pide un millón de euros. Nada para Dávila en estos momentos que trinca bien como dircom de una empresa pública manchega con su amiga Cospedal. Estos liberales subvencionados...-.

La obsesión de Intereconomía con la Casa Real es un clásico síntoma de la extrema derecha española, que ve a la monarquía y sobre todo a Juan Carlos como un traidor a la patria, que ha cedido a "la izquierda social y política" el dominio de la vida pública-también el ejercito limado, la blandez contra ETA y el brazo ancho con los nacionalismos ha distanciado a esta tendencia política con la institución-.