Abellán se suelta la lengua en su blog; cuelga el contrato de Paco González, cuenta como éste le vetó y filtra las mentiras de los directivos de COPE



José Antonio Abellán sigue repartiendo cera desde su blog La verdad os hará libres. Tiene tanto tiempo libre el comunicador de El Tiemblo que lo gasta en soltar toda la bilis de rencor contra sus ex-jefes. La COPE debe agradecer los buenos resultados que obtuvo al frente de los deportes de la emisora-¿quién lo hubiese dicho?-, pero Abellán debe tener más altura de miras y reconocer que si Onda Cero llega a fichar a Paco y Lama se acabó la COPE-como dice en esta entrada que reproducimos por su interés-;







De cómo Judas y Vellido Dolfos quisieron ‘venderme’ su traición

Viernes, 9 de Julio de 2010. Nueve y media de la noche. El ambiente era muy agradable en El Tiemblo. Mi familia y yo paseábamos por la zona de los bares de la carretera de Cebreros cuando sonó el teléfono y vi que la llamada era de Fernando Giménez Barriocanal, el Presidente de COPE.

No me sorprendió que me llamase a aquellas horas ya que tenía tres o cuatro llamadas mías que no me había devuelto. Yo estaba muy preocupado como consecuencia de dos charlas telefónicas que había tenido, esa misma tarde, con dos grandes periodistas, de los que están siempre bien informados: Alfonso Rojo, editor de Periodista Digital, y Antonio García Ferreras, de laSexta, y quería saber qué tenía que decirme el Presidente de mi empresa.

Los dos periodistas amigos me daban como noticia contrastada y confirmada el fichaje de Paco González, Manolo Lama, Pepe Domingo Castaño y un equipo que, según uno, lo conformarían 30 y, según, otro hasta 60 personas por la Cadena COPE. Ya no era un rumor. Ya era una noticia. De hecho, Periodista Digital ya la había colgado con todo lujo de detalles en su portada, a las 15:26.

He de decir, en este punto, que no era la primera vez que el rumor del desembarco de Paco González y Cía sobrevolaba en torno a mí, y no me refiero a lo que sucedió tras su marcha 3 meses antes de la SER, como ya contaré más adelante en un “Flashback”, sino de otras muchas veces en años anteriores.

Abrí el teléfono y, extrañamente, me encontré a un Fernando Giménez tembloroso. Como asustado. Un Fernando Giménez distinto. Todo lo contrario a como es él. Ahora balbuceaba y no era capaz de arrancar la conversación.

De hecho, comenzó diciendo que estaba jugando un partido de fútbol con unos amigos y que, por eso, no me había contestado antes. A continuación, con inconexas palabras, me empezó hablar de los planes de viabilidad de UNEDISA, empresa editora de El Mundo y Marca, entre otros, y de un plan de asociación con ellos, que no venía a cuento de nada.

Fernando hablaba y hablaba y no decía nada. Posiblemente, intentando encontrar las palabras que tenía que decir y que su propia mente se lo impedía. Algo así como lo que le pasa a los toreros después de recibir una gran cornada que, en la primera corrida que torean, las piernas quieren salir al ruedo pero la mente no se lo permite. Por fin, le ayudé: “¿Qué pasa Fernando? ¡Arranca!” El se paró en seco. Hizo un pausa y en tono casi confidencial me dijo: “No te puedo contar nada porque no se nada seguro, pero me temo que Rafael (Perez del Puerto. Consejero Delegado COPE) ha iniciado el principio de un acuerdo con los chicos de la SER”.

Yo ya lo sabía, pero disimulé y le pregunté: “¿Pero cuándo, dónde?” Me llamaba mucho la atención que el Presidente de la COPE me reconociese que no sabía lo que hacía su Consejero Delegado. Era una situación absurda. Fernando, en aquel momento, era como ese niño que tenía que confesar una trastada pero que empieza diciendo que él no había sido. Y, por fin, arrancó. Y me dijo que Pérez del Puerto estaba en Sudáfrica.

Yo sabía que Pérez del Puerto estaba en Sudáfrica desde hacía unos días. Y lo sabía porque su comportamiento en aquellas tierras fue muy torpe. Rafael es ladino pero torpe. Tan torpe que se movió mucho y se le vio mucho. Aquello era un pañuelo y la peña de periodistas españoles muy pequeña. Incluso, se fue una noche a cenar con los chicos de la SER y Paco González, enviado de Tele5 y a los de la SER les falto tiempo para contárselo a los enviados de COPE.

Como es natural, yo llevaba tres o cuatro días recibiendo llamadas de Miguel Ángel Muñoz ‘el Rubio’ y de Carlos Fité, enviados especiales de la COPE al mundial, que me transmitían que algo serio se estaba gestando.

Reconozco que hasta esa tarde, tras hablar con Rojo y con García Ferreras, no me di cuenta de que iba todo iba en serio. Y no me podía dar cuenta antes porque era imposible que sucediese. Hacía muy pocos días, yo mismo había presentado la programación 2010-2011 en la Convención de Directores del Hotel Colon en Madrid, tras haber renovado mi contrato con COPE tres años más, a petición de la propia COPE y eso me impedía creer en rumores. Eran imposibles. No tenían sentido.

La conversación con Fernando no daba más de sí y nos despedimos quedando emplazados para el lunes 12 de Julio en su despacho y con la presencia de Rafael Perez del Puerto, que, se suponía, ya habría vuelto de Sudáfrica. Judas había dado ya el primer paso para explicarme su traición.

El fin de semana fue caliente e intenso, ganamos el Mundial de Fútbol, toda la prensa de papel recogía la noticia del fichaje de Paco González por la Cadena COPE y mi teléfono no paraba de sonar. Todo el mundo quería saber qué había pasado y yo no tenía ganas de contestar siempre lo mismo. Así que, por higiene mental, lo apagué, cosa que no hago nunca de día.

Y llegó el lunes. Y llegaron las 10 de la mañana. Y cuando llegué al despacho del Presidente de COPE, ya estaba allí Fernando Giménez y Julián Velasco, entonces Director General. Eché en falta a Rafael Pérez del Puerto. Su falta se debía o a que no había vuelto todavía de Sudáfrica, eso me dijeron, o, sencillamente, porque no tenía el valor suficiente para asistir, cosa más que probable, porque no le iba a ser fácil contarme su milonga. El caso es que, con los tres en el despacho, la conversación transcurrió literalmente de esta manera:



Pero, esta vez, mentía. Es cierto que para un miembro del movimiento neocatecumenal de la Iglesia católica mentir tiene la categoría de pecado capital y por eso Fernando presumía de no mentir nunca pero, esta vez, mentía. Y él lo sabía. Y se le notaba. La gente que no sabe mentir, cuando miente, se le nota.

Y, esta vez, insisto, me mintió, a mí, a su amigo y compañero de tantos y tantos malos momentos. Unos meses más tarde se demostró su bribonada cuando se publicó, por una indiscreción del abogado de la casa, el contrato que había firmado Paco González con COPE. Como se puede comprobar en el documento adjunto, el contrato se había firmado el viernes anterior.

El resto de la conversación queda para dentro de un par de días, porque giró sobre las alternativas para mi futuro, y ese es capítulo aparte.

Al terminar con Fernando y con Julián, me enteré que Rafael Pérez del Puerto si había vuelto de Sudáfrica y que no había estado en la reunión porque quería hablar conmigo a solas. Así que, continuación, pasé al despacho del Consejero Delegado, de mi amigo Rafael Pérez del Puerto.

Y nada más abrir la puerta y, cuando aún no me había acercado a él, me espetó con gran apresuramiento:



Mi amigo Rafa, como había hecho mi amigo Fernando, volvía a insultar mi inteligencia. Querían que comulgase con ruedas de molino. Les faltó talento para pensar que yo podía tener ya información clara y precisa sobre el tema y trataron de llevarme al huerto. Supongo que porque era muy difícil de explicarme que me había traicionado, no por el hecho en sí, sino por las formas en las que se había producido. Rafa, en aquel momento, era un Vellido Dolfos cualquiera.

La verdad es que sí había oferta en firme de Punto Radio, pero jamás la hubo de Onda Cero para contratar al grupo. Y, en cualquier caso, la oferta pasaba sólo y exclusivamente para Manolo Lama, Paco González y Pepe Domingo Castaño para hacerse cargo del programa de la noche que entonces hacía Ángel Rodríguez. Alguien les había engañado como, una vez más, Rafael me quiso engañar a mí diciendo que el contrato no estaba firmado.

Insisto en que, hoy, solo toca “la confirmación oficial”, así que pararé aquí. Mañana y pasado os contaré por donde giraron ambas conversaciones en ambos despachos con todo tipo de detalles.

1 comentario:

  1. ¿que tiene que ver Judas con Vellido Dolfos? El primero fue un traidor, el segundo un héroe que liberó su ciudad de un asedio que estaba matando de hambre a la gente.

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